domingo, 7 de septiembre de 2008

Relato Breve N° 5

Hola, mi nombre es Sandra y sé que se acuerdan de mi porque yo les mandé un mail contándoles mi historia; ésa de la patrona que me trataba mal y que me endrogué y fuí al almacén como loca y me transé al almacenero, ¿se acuerdan?.
Bueno, ahora dejé a la patrona y me puse un consultorio en el que hago trabajos de magia para unión de parejas que es lo que mejor me sale, pero no siempre.
El tema es que con el almacenero no nos entendimos y me di cuenta que necesitaba un tiempo para mi, mi independencia y mi espacio para ser quien realmente soy: una bruja.
Me molesta que la gente esté sola asique nadie me va a parar, porque me la banco y la magia me hace feliz y hace feliz a otros, pero les quiero contar que no es para cualquiera el tema porque a veces las cosas salen atravesadas y paso a contarles porqué digo lo que digo...
Me vino al consultorio una rubia careta como de treinta años desesperada por enganchar a uno y ahí nomasito le pedí dos de cien.
Cuando me dio la foto para trabajar me di cuenta que tendría que haberle pedido doscientos más, pero no se entristezcan por mí, porque las fuerzas de la naturaleza siempre traen lo que tienen que traer.
Soy sabia, ya se habrán dado cuenta.
Arranqué como loca en luna llena, estoy en un mono en constitución pero el edificio tiene terraza y desde ahí invoco.
Miré al norte y grité una poderosa invocación que una vez leí en una revista de hechizos, un frio recorrió la espalda y me llegó hasta los dientes.
-"¡Que éste hombre no pierda el norte y regrese a mi querida clienta!"- Grité.
Miré al sur y dije:-"¡Que el frio del Perito Moreno no detenga el fuego de éste amor!"- Grité ya con más convencimiento y me agarró un calor que ni estuviera caliente yo con el Juanjo ése.
Miré al este y dije:-"¡Que las enegías del sol solar derritan toda barrera en el camino de éstos dos sujetos del deseo!"´- Ahi me sentí un poco mareada pero no se bién por que.
Miré al oeste y se me ocurrió:-"¡Que cuando el sol se ponga se encienda la chimenea con la llama de la pasión conyugal en la casa de éstos dos!"
Al gritar esto me acordé que se me quemó la estufa de cuarzo. Cuando una hace magia tiene que estar concentrada pero a veces invocar los cardinales trae cosas raras y muy locas; por ejemplo les cuento que Juanjo me tocó el timbre al otro dia; la secuencia fué asi:
Me tocó el timbre a las 7 de la tarde y cuando abrí lo reconocí por la foto, entendí la desesperación de la rubia careta que ya, a éstas alturas, me caía mal; muy mal. Me puse media pila y lo hice pasar. ¿Como les explico?, me contó que la mandó a seguir y que quería saber quién era yo y que relación tenía con su novia.
Ahi nomasito me puse las pilas y le mandé fruta como para moverle la estanteria al groso caretón ése. Como un puma es, y vino en 4 x4.
-"Su novia es mi amante y si bién a ustéd lo quiere mucho, ella goza más conmigo porque yo la entiendo"- Fresca como lechuga le mandé esa.
Se puso blanco como un papel y pensé que me iba a pegar pero me pidió pasar y lo dejé; le vi ése brillo en los ojos que tienen los lobos en las películas de vampiros. Vamos a la acción. Me largó todo el rollo de su temor al compromiso y su idea de dejar a la rubia careta porque se estaba poniendo pesada con eso del formalizar. Lloró un poco y le agarré de la cabeza y lo apoyé en mi pecho, que es mucho.
Me calenté, no les puedo mentir y el lo percibió porque me agarró fuerte de la cintura y me atrajo hasta su peludo pecho de rugbier.
La magia es así, vos la invocás y de pronto te cae un chongo en tu casa con un papo de la novia y celos y cosas asi, viste?.
Me volvió loca, me hizo de todo, no me dejaba respirar, me dijo que me prefería a mi, morocha, petisa, tetona y de labios carnosos. Con mis ojos rasgados y mi delineado liquido de egipcia le miré como quien mira a un verdugo que está bueno; ¡¿en qué me estoy metiendo?! me dije y ahí nomasito me rescaté: -"Tu novia nunca debe saber lo de pasó entre nosotros; es de muy mal gusto"-.
Pero mentí porque el Juanjo tenía muy buen gusto.
Lo entendió y se fue; yo no tenía fuerzas para caminar y me ardía la pasión y el cuerpo.
A la semana me llamó la caretita y me contó que el Juanjo está cambiado, que la mira con deseo y que le hacía de todo. Ya pusieron fecha para el casamiento, pero ántes ella pasó por mi mono y me dejó más billetes de color violeta.
No volví a verlos pero algunos amigos de Juanjo pasan para que les tire el Tarot y como sacerdotiza del amor no puedo dejar de tirarles unas ondas...Soy sabia y fina.
Chúpenme las tetas que me calienta y me pongo generosa.La próxima les cuento la del portero pero les advierto que es fuerte; muy fuerte.
Con mágico amor.....Sandra.

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